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sábado, 23 de octubre de 2010


Soy Toño, un tío que se creía gracioso, que lo sabía todo y que 
pensaba que los demás eran imbéciles. Me peleaba con todo el mundo, 
siempre quería tener la razón, pensaba que yo era el centro de todo, 
era prepotente y bastante déspota. Con el coche a mi nadie me 
alcanzaba, tuve algún accidente pero no era culpa mía, si no de los 
demás por ser tan inútiles, al menos es lo que yo pensaba. Era 
impulsivo, se me iba la mano muchas veces, insultaba incluso a las 
personas que mas quería, si es que quería a alguien que no fuera yo 
mismo... Me colocaba y esto incrementaba mi agresividad. Un día me 
metí en un lío tremendo e ingresé en prisión, pase tanto miedo que 
cuando salí solo tenía una cosa clara, que nunca más iba a pisar una 
cárcel, porque en una cárcel nadie entienda que la adicción es una 
enfermedad, allí solo eres un delincuente. Busqué un centro de 
rehabilitación. A parte de dejar las drogas tuve que cambiar mis 
actitudes, mi manera de ser. Tuve que reconciliarme con el mundo por 
decirlo de alguna manera, para poder adaptarme a el. Me costo mucho 
pero valió la pena. Un día encontré a un amigo de consumo y como me 
vio tan bien me pregunto que había hecho y yo le dije que tuve que 
hacerme "muy pequeño" para volver a crecer. No se si en aquellos 
momentos me entendió, pero a los pocos meses lo vi en el centro, me 
alegre mucho, le tendí la mano. Era la primera vez que sentía que 
había ayudado a alguien y esto me gustó. Ya no me pongo, es duro 
aveces, tengo mis bajones pero sé que lo voy a conseguir! Ya llevo 
doce meses.

1 comentario:

  1. Me alegro de que tu vida haya cambiado por completo. Sin drogas se vive mejor y más tranquilo ¿verdad? Has tomado una decisión muy importante al rehabilitarte y espero que sigas por este camino. Felicidades!!

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