Vistas de página en total

lunes, 18 de octubre de 2010

PALABRAS REALES DE UN COADICTO


COADICCIÓN
LOS FAMILIARES DE LOS ALCOHÓLICOS ESTAMOS EMFERMOS. Padecemos de un miedo que nos desborda, una gran ansiedad, tememos por las reacciones del enfermo pero también por las nuestras. Nos sentimos culpables, nos baja la autoestima, nos falta el valor para enfrentarnos a las reacciones que pueda tener el enfermo y a nuestros propios sentimientos. A veces sentimos rabia, otras un gran resentimiento. A menudo no sabemos poner límites, no tenemos valor. Vivimos en un continuo estado de alerta. Estamos asustados, atrapados en unos sentimientos que no podemos compartir con nadie, muchas veces incluso con nadie de nuestra propia familia, entonces nos aislamos, nos encerramos en nosotros mismos. No sabemos como sacar tanto dolor, y nos castigamos de muchas formas. Hasta que no aprendemos a cuidarnos dejamos que nos hagan daño.
También hemos de aprender a vivir de otra manera, la que tenemos no nos vale. Cambiamos, evolucionamos y puede que incluso nos hagamos mejores personas. Pero este proceso es muy duro, porque para aprender nuevas pautas de comportamiento hemos de esforzarnos mucho. Cuando estamos decididos a cambiar, nuestras antiguas creencias ya no nos sirven. Aprendemos a pensar, actuar e incluso a hablar de forma diferente a como lo hacíamos. Ya no somos aquellos seres inseguros y temerosos.
Pero siempre hemos de recordar de donde venimos, cual es la enfermedad por la que hemos estado afectados. No hemos de bajar la guardia y sobre todo hemos de respetarnos, ya que lo mas común es que los otros enfermos no lo hayan hecho. Hemos de querernos a nosotros mismos y decírnoslo cada día. Algún día volveremos a vivir de manera que consideremos digna, mientras tanto debemos trabajarnos cada día. El dolor y la angustia disminuirán poco a poco pero no pueden desaparecer de un día para otro, todo requiere su tiempo...

No hay comentarios:

Publicar un comentario