El alcohol deprime el sistema nervioso central (cerebro y medula espinal), reduce inhibiciones y daña la capacidad de razonar. Beberlo en grandes cantidades puede llevar a un estado de coma e incluso la muerte. Mezclar el alcohol con medicamentos o drogas de la calle es extremadamente peligroso y puede ser fatal. El alcohol influye en tu cerebro y te lleva a la falta de la coordinación, reflejos más lentos, visión distorsionada, lagunas en la memoria y periodos en blanco. Los cuerpos de los jóvenes aún están creciendo y por eso el alcohol tiene aún más impacto sobre los jóvenes a nivel físico y mental que en la gente mayor.
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