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domingo, 21 de noviembre de 2010

El Cannabis y el cerebro adolescente, ¿causa de enfermedad mental?


Hace tres años, con 18, me diagnosticaron esquizofrenia. Dicen que es por los porros, que empecé a fumar a los 15. Antes de eso tuve varios ataques de pánico y crisis de ansiedad. Un día, me empezaron a temblar las manos. Mis padres empezaron a preguntar, se enteraron de lo de los porros y me empezaron a vigilar. Yo fumaba en cuanto podía. De pronto, nada más cumplir los 18, empecé a oír voces que me llamaban por mi nombre y que me decían que la CIA y agentes del planeta Mercurio me perseguían para matarme. También oía a Brando, que me hablaba desde el techo y me decía que no mirara la tele porque “ellos” me robaban los pensamientos. Me ingresaron en un psiquiátrico. Al salir conocimos a un psiquiatra que trata a drogadictos. Ahora, con las pastillas y el tratamiento psicológico, hago una vida bastante normal. Aunque sigo oyendo las voces, ya no me asustan tanto”.

¿Quién no ha escuchado alguna vez eso de… “¿Quieres fumar? No te preocupes, es inofensivo; sólo pasas un buen rato y cuando quieras, lo dejas”?

Millones de adolescentes fuman marihuana, hachís, etc., pensando que no tiene ningún efecto adverso, que simplemente sirve para tener un rato de “felicidad”, para relajarse y para reírse de cualquier cosa. Una vez pasado el efecto, ya está, pero, ¿y lo que vendrá después? ¿En un mes, dos o, incluso unos años? ¿Alguno de estos adolescentes se ha parado a pensar en eso, se ha planteado si quiera lo que el cannabis hace a su cerebro?

Como quizá sabrás, muchos consumidores y no consumidores están convencidos de que no pasa nada a la larga por fumar porros. Pues bien, el testimonio que se encuentra al principio de este artículo es un testimonio real, de una persona que, quizá como tú, consideraba al porro lo más “inofensivo” del mundo.
En este artículo vamos a hablarte de la gran probabilidad existente que hay entre fumar porros y padecer problemas mentales entre los adolescentes, los consumidores más habituales de esta droga.

La evidencia es cada vez más clara respecto a que fumar porros de forma habitual en la adolescencia incrementa las probabilidades de desarrollar con los años un trastorno psicótico. Veamos por qué esta droga no es tan inofensiva como mucha gente cree.
¿Por qué a la gente le gusta fumar este tipo de sustancias?, ¿cuáles son los efectos inmediatos que produce en los consumidores?

Los síntomas más característicos que produce el cannabis son:
- Sensación de bienestar.
- Relajación.
- Euforia.
- Adormecimiento.
- Elevación de la actividad sexual.
-Los efectos subjetivos varían de modo importante en cada individuo.


A continuación, siguen otros efectos, como:
Letargo (somnolencia profunda y prolongada).
Anhedonia (pérdida del placer al realizar cosas que antes gustaban a la persona y le proporcionaban ese placer, por ejemplo, ir de compras, jugar con videojuegos, salir con los amigos, etc.).
Problemas de atención y memoria.


Hace ya tiempo que se ha estado comprobando que un importante porcentaje de personas con psicosis y otros trastornos mentales eran consumidores habituales de esta droga. Se han llevado a cabo muchos estudios acerca de este tema. Uno de ellos afirma que los grandes consumidores de cannabis a los 18 años tuvieron 6 veces más riesgo de que se les diagnosticara esquizofrenia en los 15 años siguientes que los que no lo habían tomado. El riesgo de tener estas enfermedades aumenta proporcionalmente a la cantidad de droga ingerida y es mayor cuanto antes comienza el consumo.

¿Por qué cuanto más joven más probabilidad de desarrollar un tipo de trastorno mental?

Los estudios recientes indican que las consecuencias pueden ser muy distintas para el cerebro de un adolescente si las comparamos con las consecuencias que puede haber para los adultos. ¿Por qué esta diferencia en cuanto a efectos a largo plazo? Porque el cerebro adolescente se encuentra en pleno desarrollo y maduración. Los años anteriores a cumplir 18 años es el período de la vida en el que el cerebro se desarrolla muy deprisa y es tremendamente vulnerable. Si ingerimos sustancias de este tipo, las cuáles van directamente al cerebro para hacer efecto, estamos dañándolo poco a poco.

Todos los estudios que relacionan cannabis y trastornos mentales llevan a los expertos a afirmar que los casos de esquizofrenia en Europa van a seguir aumentando conforme aumenta el consumo de cannabis y desciende la edad de inicio (si una persona comienza a consumir muy joven, por ejemplo, a los 14 años, mayor será la probabilidad de desarrollar un trastorno mental en el futuro). Además, sabemos que el actual cannabis consumido es 15 veces más potente que el que se consumía hace 30 años, por lo tanto, su poder adictivo y sus efectos son 30 veces mayores.

¿Por qué se produce la adicción? Ésta se produce cuando se consume diariamente y en gran cantidad. El cuerpo se acostumbra a tener esta sustancia y, cuando no la tiene, reacciona, con el conocido estado de “mono”, lo cuál impulsa al individuo a seguir consumiendo. Cuando una persona es adicta puede llegar a consumir una gran cantidad de porros diarios aumentando, así, su probabilidad de sufrir un trastorno mental en el futuro. Además, no solamente se pueden desarrollar trastornos psicóticos tan graves como la esquizofrenia, sino que también pueden sufrir trastornos de ansiedad, como ataques de pánico, o incluso sufrir fuertes depresiones.


En resumidas cuentas; existen una gran cantidad de estudios y evidencias que relacionan el consumo temprano y masivo de cannabis con el padecimiento de una enfermedad mental pasado un tiempo. Decir que, hoy en día, está comprobado que las posibilidades de desarrollar esquizofrenia en un chaval son del 6% sin consumir cannabis. Esta probabilidad aumenta al60% si consume.

Los expertos nos lo dejan bien claro; si se quiere evitar en el futuro una epidemia de trastornos psiquiátricos hay que retrasar la actual edad de inicio en el consumo del cannabis, que se sitúa sobre los 14 años.

De esta manera, queremos cambiar el pensamiento expandido que tienen tanto consumidores jóvenes, como adultos o los no consumidores, de que el cannabis es una droga inofensiva. Pues bien, como todas las demás drogas, tiene sus efectos secundarios. Y no son nada alentadores.

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